Sus días antes de la enfermedad eran diferentes. Hoy por hoy Juan todas las mañanas antes de ir a trabajar, debe de preparar el desayuno y las loncheras de sus tres hijos, para luego llevarlos al colegio y volver a su casa a esperar a la enfermera que les brinda el tratamiento a su bebé y esposa; este momento del día es el más difícil; agujas y pastillas todos los días no es nada agradable para un pequeño de tan solo un año. No obstante, su vida continúa como empleado de una mecánica y al terminar su jornada laboral vuelve para revisar las tareas de sus hijos, hacer las compras de la comida del día siguiente y acostar a los pequeños.
Un día agotador que se repite desde hace más de un año, debido a que a su esposa le diagnosticaron una grave enfermedad y tuvo que ser internada en el hospital para recibir un tratamiento que tomaría un proceso muy largo de recuperación, desde ese día Juan tuvo que hacerse cargo del hogar.
Él tomó más atención a sus hijos; sin embargo, este proceso fue difícil, ya que sumado a las actividades laborales tenía que cuidar a su esposa, trasladándose a diario al hospital, lo que complicaba su situación en el trabajo.9
A raíz de que su esposa contrajo esta enfermedad durante su gestación, el último de sus hijos se contagió, con tan solo tres meses, tuvo que ser internado en el Instituto Nacional de Salud del Niño para que también reciba su tratamiento.
En su desesperación y buscando ayuda, Juan acudió a Socios En Salud con el fin de solicitar apoyo y soporte psicoemocional para su familia.
Juan sabe que el tratamiento es prolongado; sin embargo, no está solo, hoy tiene el apoyo de muchas personas que hacen posible gracias a sus donaciones que esta familia reciba un tratamiento domiciliario para su esposa y su pequeño bebé, soporte nutricional y pañales, un módulo prefabricado y ayuda psicoemocional.
Afrontar una enfermedad es difícil, pero él ahora tiene quién lo acompañe en este largo recorrido, el camino se hace más ligero.
Te invitamos a ver y compartir estas motivadoras historias.
