Se necesita mucha fuerza de voluntad para vencer a la tuberculosis

27 de octubre Hace 13 años Melquiades Huaya Oré (30) contrajo la tuberculosis sensible, pero, pronto, ésta se convirtió en una forma más agresiva de la enfermedad, debido a que su cuerpo rechazaba los medicamentos. Hoy, plenamente recuperado desde hace más de una década, nos cuenta cómo logró vencer este mal y lo que sintió en su reciente encuentro con el doctor Jim Yong Kim, quien lo atendió cuando su caso era sumamente crítico.  

Escrito: Norka Peralta Liñán

¿A qué edad y cómo fue que contrajiste la tuberculosis?

No sé cómo me enfermé, solo recuerdo que tenía 18 años, poco tiempo después de salir del colegio. Empecé a sentirme mal y los medicamentos contra la TBC simple no me ayudaban, porque mi cuerpo desarrolló una especie de alergia contra estas medicinas. En pocos meses se convirtió en TBC multirresistente y terminé en el Hospital Hipólito Unanue por casi 10 meses.

¿Cómo fue el apoyo que Socios En Salud le dio a tu caso?

Sé que Socios en Salud les dio a los médicos que me atendían los medicamentos que yo necesitaba. Lo hicieron de una manera casi anónima, muy discreta. Yo estaba en una situación muy delicada y no supe quiénes eran al inicio, pero acepté su ayuda porque era lo que necesitaba para recuperarme.

¿En qué consistían estos medicamentos?

En pastillas que tomaba por vía oral, pero también en inyectables intramusculares y cereales. Tomé estos medicamentos durante 2 años, durante el tiempo que estuve en hospitalización y cuando fui dado de alta y continúe el tratamiento en casa.

Hay personas que desisten de continuar el tratamiento por los efectos secundarios que dejan los medicamentos ¿por qué seguiste adelante?

Sí, hay efectos, pero cuando vi las mejorías después de haber estado en una situación totalmente mala decidí seguir adelante. El tratamiento es largo y se necesita mucha fuerza de voluntad para vencer a la TBC, porque que hay momentos en que ya no quieres seguir, en que te cansan los medicamentos, pero si ves que tu familia está allí apoyándote solo tienes que poner de tu parte. Además  están los médicos que te dicen que no debes abandonar el tratamiento porque puedes recaer.

¿Recuerdas cómo fue cuando te dijeron que estabas curado?

Pasé por una operación, luego hice la rehabilitación y continué con el tratamiento de medicamentos por 2 años, esa era mi vida. Mis días eran ir a chequeos y controles, tomar medicamentos, hablar con médicos y enfermeras así que cuando me dan la noticia de que estaba curado me costó asumir que ahora podía continuar con mi vida. Tenía 22 años.

¿Qué has hecho desde entonces?

Ese día sentí mucho alivio porque era un peso menos para mis padres y podíamos hacer una vida normal. Ahora estoy trabajando en una empresa de transporte de carga. Mi vida es el trabajo, mi familia y algunos planes. Me gustaría conocer el Cusco y viajar al extranjero, volver a estudiar Negocios Internacionales y aprender fotografía.

¿Hay cosas que no hiciste a los 18 años que te gustaría hacer ahora?

Sí, trato de hacer cosas que no hice entonces, como patinar, escalar, viajar. He viajado con mi familia a Ayacucho y pude subir hasta la puna, fue algo que disfruté mucho. Quizás son cosas que si hubiese hecho de joven, de manera inconsciente, rebelde o espontánea, no hubiese valorado como lo hago ahora.

¿Qué sentiste cuando el doctor Jim Yong Kim (cofundador de Socios En Salud y actual presidente del Banco Mundial) te presentó en la última reunión de esta entidad que se realizó en Lima?

Fue de otro mundo realmente, me sentí muy emocionado. Muy dio gusto volverlo a ver, apoyarlo en esta noble causa y estoy agradecido porque Dios lo puso otra vez en mi vida. Es increíble el amor que él siente por el prójimo. Me conmueve todo lo que ha hecho el doctor Kim.